En el marco del Día Internacional de la mujer, que se celebra hoy, 8 de marzo, te platicamos que, a diferencia de otras fechas, no se trata de un festejo para enaltecer a la figura femenina. Es un día más solemne, con un trasfondo político y social importante para reflexionar y conocer antes de regalar flores o chocolates.
¿Qué tiene de especial esta fecha?
En 1857, el 8 de marzo, varias obreras estadounidenses salieron de una fábrica textil para marchar y exigir un cambio acerca de sus condiciones laborales.
Esa fue la primera vez que las mujeres se manifestaron abiertamente por sus derechos, pero la parte buena es que no fue la última vez. Desde aquella vez, han sido más los casos de mujeres buscando la forma de exigir sus derechos para cambiar su situación a través de marchas o textos.
También en Nueva York, pero el 25 de marzo de 1911 sucedió un incendio en la fábrica de camisas Shirtwaist, en el que, al quedar atrapados en el edificio, murieron 123 mujeres y 23 hombres. Esto sucedió ya que, de forma común e inhumana, durante esa época, las puertas se cerraban para evitar robos. Después de este incidente, las leyes cambiaron aumentando las medidas de seguridad y salud laboral, tanto para hombres como para mujeres.
A partir de entonces, la lucha por la seguridad y derechos de las mujeres han sucedido en marzo o fechas cercanas. Se sabe que en Chicago y Nueva York ya se celebraba el Día de la Mujer desde 1909. Al año siguiente, en 1910, la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas en Conpenhague reunió a más de 100 mujeres de 17 países que asistieron para proclamar el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
Y así es como año tras año se han unido varios países más a celebrar esta fecha. La causa se transformó en un fenómeno global que, a pesar de haber iniciado con un grupo socialista, se ha convertido en lo que conocemos hoy.
Actualmente existen países mucho más avanzados y con una ventaja visible sobre otros países, pero de cualquier forma en ningún lado se está exento aún de la desigualdad entre hombres y mujeres.
Por eso, más allá de felicitarlas y regalarles flores, es imprescindible hacer conciencia por todas las mujeres de la historia que han luchado por construir un mundo más equitativo.