El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu asestó un golpe mortal a la solución negociada del conflicto palestino en una declaración que se hizo circular, según la cual niega intención de finalizar la ocupación de Palestina.
La comunicación afirma que no habrá retirada ni concesiones y argumenta que cualquier territorio entregado sería ocupado por extremistas islamistas. Netanyahu está inmerso en una campaña proselitista para los comicios adelantados de la semana próxima y existen sospechas de que los informes aparecidos en la prensa fueron filtrados por sectores extremistas de la coalición Likud, más a la derecha aún que el primer ministro.
El jefe de Gobierno convocó los comicios tras cesar a la ministra de Justicia Tzipora Livni y al de Finanzas Yair Lapid, por oposición sistemática a su política, en especial la intención de declarar a su país Estado judío, impugnada por el presidente israelí, Reuven Rivlin, miembro también de la coalición Likud.