Visibilidad, nuestra responsabilidad

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Mi nombre es Darwin Pereyra y soy  una persona indígena, y mampo y gordo.

Después de que Ricardo Serna Hernandez de 23 años de edad, un chico abiertamente gay fuera asesinado brutalmente en mayo del 2013 en Tapachula, Chiapas, solo se realizó dos manifestaciones en protesta. Y asistieron solo los deudos y amistades, uno que otro activista, participaron en la misma. Cuando Freddie Gray “falleció en condición muy sospechosas” cuando era custodiado por policías blancos de la ciudad de Baltimore, Maryland, los afroamericanos se manifestaron en el barrio, en bandadas, movidos por la indignación, hubieron disturbios por todo el condado, tantos, que el gobernador de ese estado tuvo que declaran Estado de emergencia y solicitar las Fuerzas Nacionales. Una persona negra fue asesinada porque era negra, y la gente de color recoció este hecho y actúo en consecuencia. La agresión contra Freddie iba dirigida a una persona de color, cualquier  persona de color. ¿Creen la mayoría de lesbianas, gays y trans que el cinturón que sirvió como arma homocida iba dirigida contra él nada más? ¿Creen que lo que le pasó a Ricardo es un hecho aislado?  Somos odiados, entiéndanlo, como maricas, por nuestra condición sexual y nuestra expresión de género, son las razones que nos hacen blancos de ataques de cualquier tipo. Nuestra diferencia nuestra otredad, nuestra condición única pueden politizarnos. Afortunadamente, la mayoría de nosotras no dejaremos que nos maten.

Quiero decirles a ustedes mis amigas y amigos. Que no se desanimen. La lucha es permanente y cotidiana. Porque las personas que nos discriminan, que nos violentan son víctimas de la ignorancia. No saben que tenemos derechos y somos diversas. Tenemos derecho a ser diversas. Y esta diversidad debe ser asumida diariamente porque es parte de nuestra identidad.

Yo me siento orgulloso de ser mampo, de ser indígena, de ser gordo porque al final soy una persona. Quiero decirles a ustedes que levante la cabeza, porque solo cuando nos juntamos, solo cuando tomamos conciencia de que la única arma que tenemos es la visibilización. Es asumiendo cada día más nuestra diversidad, nuestra identidad sexual. Y ellos, las personas homofóbicas tendrán que aprender que cualquier forma de amar vale la pena y la alegría. Y que no hacemos nada equivocado, tenemos nuestras vidas, nuestros sueños, nuestros proyectos. El mundo camina hoy para otro momento, de mayor libertad y respeto en donde debemos asumir cada vez más nuestra diversidad. Porque cada vez estamos gritando con más fuerza y desde todos los rincones del mundo. No se desanimen, vamos gritando en voz alta y juntos para que todo el mundo nos escuche. Sí podemos cámaras.