El gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, encabezó una gran cabalgata triunfal con 300 jinetes que recorrieron el Parque Fundidora, para celebrar el inicio de la nueva administración, que arrancó en el primer minuto del domingo.
La cabalgata avanzó lenta por la pista de concreto de Fundidora, hasta llegar a la Arena, ubicada dentro del mismo espacio, donde lo esperaban unas 7 mil personas, con las que el gobernador se reunió para celebrar el triunfo en las urnas del pasado 7 de junio.
En su discurso improvisado de 52 minutos, El Bronco encantó a la concurrencia, que le celebró todas sus bromas y varias veces coreó el mote de “¡Bronco, Bronco¡”, para expresarle simpatía. Al recordar el pleito que tuvo en campaña con las empresas Televisa, Multimedios y TV Azteca, lamentó que durante la ceremonia de la toma de posesión no le dedicaran ni un espacio, el sábado por la noche. “Ninguna televisora cortó su programación. Qué gachos, la verdad. Lo bueno es que dos millones de personas siguieron la transmisión de toma de protesta por Periscope”, dijo.
Le suplicó a la ciudadanía que no lo deje solo, que le ayude a gobernar, que esté alerta para denunciar a los funcionarios corruptos, y dijo que será bueno y generoso con los ciudadanos que paguen sus impuestos, pues con los otros no colaborará “ni madres”. Recordó que al pueblo de Nuevo León los partidos lo provocaron, como si le picaran la cresta a un gallo que respondió enfurecido, y en las urnas terminaron por aborrecerlos, para elegir al que es el primer gobernador sin partido en la historia moderna de México.
“Se les apareció el diablo y se van a ir al infierno. Ojalá que en el cielo no les den permiso de entrar a los que no se portaron bien”, dijo el mandatario.
