El cabildo de Austin, Texas mostró solidaridad con la población migrante y declaró que todas las empresas que apoyen la construcción del muro que desea Donald Trump para la frontera con México, serán vetadas y no podrán hacer negocios con el gobierno.
«En Austin construimos puentes, no muros» fue la frase con la que Steve Adler, alcalde de la capital texana dio a conocer la resolución aprobada con 10 votos a favor y uno en contra.
El gobierno de la ciudad destacó la relación comercial que tiene el estado americano con México.
«Si Texas fuera su propio país, ocuparía el segundo lugar, solo detrás de Estados Unidos, en el comercio total con México y sería el segundo mayor comprador de exportaciones mexicanas y el segundo mayor proveedor de importaciones a México», dijo el regidor Sabino Rentería.
Esta medida no aplica con empresas que hayan participado anteriormente en la construcción de muros fronterizos, únicamente las empresas que apoyen la propuesta de Trump se verían afectadas.
