Miles de personas se congregaron el sábado en Barcelona y Madrid en un último esfuerzo para demandar que los líderes de España y Cataluña establezcan un diálogo que desactive la crisis nacional centrada en la amenaza catalana de independizarse del resto del país.
Las manifestaciones en Madrid y Barcelona se realizaron simultáneamente bajo el lema «Hablemos», en un intento por presionar a los legisladores en ambas partes a poner fin a meses de silencio y comenzar a negociar.
Las muchedumbres lucieron camisetas blancas y respetaron el pedido de los organizadores de no llevar banderas españolas ni catalanas.
El presidente regional de Cataluña, Carles Puigdemont, ha dicho que va a implementar los resultados del referéndum de secesión ganado por el «Sí». El presidente del gobierno español Mariano Rajoy ha dicho que la consulta fue ilegal y ha prometido que no se permitirá la secesión.
Ayer, manifestantes atestaron la Plaza Sant Jaume en Barcelona, donde está el palacio de gobierno de Cataluña, gritando: «¡Queremos dialogar!» y llevado carteles que decían «Más negociación, menos testosterona».