Las próximas elecciones mexicanas han sido en gran medida pacíficas hasta ahora, sin que se hayan reportado muertos o heridos entre los candidatos hasta tres días antes de que comience la votación. Esto contrasta con el proceso electoral del año pasado, en el que se registraron 85 agresiones contra políticos sólo durante ese periodo de tiempo, 11 de las cuales iban dirigidas a precandidatos o a aquellos que se presentan como candidatos pero que aún no han tomado posesión de sus puestos en el gobierno, como las gobernaciones (lo cual tiene sentido, ya que estos puestos probablemente tendrían más poder que los cargos de menor nivel). Parece que las tasas de homicidio pueden disminuir aún más ahora después de ser prácticamente inexistentes en la mayoría de los aspectos.
