A unas horas de que se cumpla el primer año de la contaminación del Río Sonora, dependencias federales realizaron un balance de lo que se ha hecho en favor de las comunidades y las acciones en auxilio del medio ambiente.
En esta rueda de prensa estuvieron Rodolfo Lacy Tamayo, presidente del Fideicomiso Río Sonora; Guillermo Haro Bélchez, procurador general de Protección al Ambiente; Mikel Arriola Peñalosa, titular de la Cofepris; y Víctor Hugo Alcocer, subdirector general técnico de la Comisión Nacional del Agua, entre otros.
“Las acciones se han concentrado en tres fases, atención médica y resarcimiento de daños a la salud de la población, regularización del abasto de agua potable y establecimiento de un sistema de vigilancia epidemiológica y ambiental de mediano a largo plazo”, mencionó Arriola Peñalosa. Hasta el momento se han brindado 10 mil 875 revisiones médicas y en la actualidad se mantiene atención médica a través de la Unidad de Vigilancia Epidemiológica Ambiental al operar desde marzo pasado con 19 expertos en salud en cuatro vehículos.
Otro punto que señaló Arriola Peñalosa es la creación de la Unidad de Vigilancia Epidemiológica y Ambiental en Ures, Sonora, edificio que tendrá una inversión de 279 millones de pesos, esta unidad que se ubicará en la calle Jiménez número 8, entre avenida del Dr. Raúl Terán y García Morales. Víctor Hugo Alcocer, subdirector general técnico de la Comisión Nacional del Agua (Conagua ), mencionó que se han realizado 3 mil 519 muestreos de calidad del agua desde la contaminación ambiental hasta junio pasado.
“Se han rehabilitado 24 fuentes de abastecimiento de agua potable, donde se desarrollan trabajos de construcción de líneas de conducción hidráulica, mantenimiento preventivo y correctivo a sistemas de electrificación, reparación, mantenimiento o adquisición de equipo de bombeo, casetas de control, medidores y tanques de almacenamiento”, informó. Se han invertido más de 15 millones de pesos con el programa de perforación de pozos emergentes, se han perforado en total 18 pozos, pero siete fueron abandonados por sus características hidrogeológicas o de escasa productividad de agua.
