Israel Katz ha calificado al líder supremo de Irán, Alí Jamenei, como «el Hitler moderno», afirmando que «no puede seguir existiendo».
Esta declaración se produce en medio del conflicto desatado por la ofensiva israelí iniciada el 13 de junio contra Irán, y surge tras un ataque iraní a un hospital en Beersheba, Israel. Katz enfatizó que «evitar la existencia de Jamenei (…) es uno de los objetivos de la operación».
Guerra Israel-Irán y Postura de EE. UU.
Katz argumentó que Jamenei, al «liderar Irán» y hacer de la «destrucción de Israel su bandera», no puede continuar en el poder, acusándolo de tener una «gran influencia ideológica» y de «usar todos sus recursos para la causa», incluyendo dar «órdenes de disparar contra hospitales».
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se pronunció al respecto el martes, afirmando que Washington sabe dónde se encuentra Jamenei. Sin embargo, Trump aclaró que EE. UU. no lo va a «eliminar por ahora», calificándolo de «blanco fácil, pero está a salvo». Ante las especulaciones sobre una posible intervención directa de Estados Unidos en la guerra, Trump mantuvo la ambigüedad: «Puede que lo haga o puede que no. Nadie sabe qué voy a hacer».
El conflicto se intensificó el 13 de junio, cuando Israel inició una serie de ataques contra instalaciones nucleares iraníes y zonas residenciales de Teherán. Desde entonces, las autoridades de Irán han reportado más de 224 fallecidos y miles de heridos. En represalia, Israel ha sufrido al menos 24 muertes en ataques iraníes.
